Mariona Grané i Oró ha publicado en la página web http://www.lmi.ub.es/te/any97/grane/ un artículo muy interesante, ya que hoy día, la gente sigue pensando que el ordenador en educación infantil es una pérdida de tiempo.
Un paisaje de otoño, batas de escolares corriendo por los pasillos, lápices de colores, hojas de papel por el suelo, muñecas sin vestido, piezas de madera en una mesa, unos cuentos con grandes dibujos, mil rallas en la pizarra, una cocinita, témperas en un rincón, un peluche desmelenado junto a un ordenador... ¿un ordenador...? ¿Y, por qué no?Hace unos meses, con algunos compañeros, mientras compartíamos opiniones sobre un grupo de CD-ROM's que teníamos encima de la mesa, una profesora de infantil se exclamó de repente ante uno de ellos que anunciaba ir dirigido a niños a partir de 18 meses. Le pareció una barbaridad. Argumentaba que los niños a estas edades aprendían del espacio propio y ajeno, con todas sus dimensiones. ¿Cómo íbamos a acotar su aprendizaje ante un único plano que ofrecía una pantalla de ordenador? Le pregunté si alguna vez había sentado a sus niños ante la hoja plana de un cuento ilustrado. Alguien susurró: ¿Y frente al televisor?
Todavía hoy, padres, maestros y educadores no ven con buenos ojos que los más pequeños utilicen igual que hacen ellos el ordenador, para jugar, para crear, para aprender,... Bartolomé1 les plantearía: "Si nos preguntaran qué es más humano, un libro o un ordenador, ¿cuál sería nuestra respuesta?". Es más fácil que un niño o una niña utilicen sin miedo un ordenador igual que utiliza un cuento ilustrado, es más fácil para ellos que para sus propios padres y educadores. Cuando llegan al aula por primera vez tan novedoso les parece un libro o un lápiz como un programa multimedia. (A no ser, claro, que en casa tengan libros, lápices y ordenador. Y los utilicen.)
Padres y educadores sabemos lo deprisa que aprenden nuestros niños y niñas. A veces, incluso, algunos maestros afirman que cuando se trata de utilizar los materiales multimedia del aula, sus alumnos aprenden más deprisa que ellos mismos.

Pero no nos equivoquemos. Es cierto que nuestros niños hoy aprenden muy deprisa, de todas partes les llega información y la capacidad infantil de asimilarla es enorme. Pero la información que llega a nuestros escolares, y especialmente a los más pequeños debe ser seleccionada, tratada, escogida, procesada, organizada y sistematizada. La tarea de maestros y educadores deberá ser la de guías de alumnos por este inmenso mar comunicativo donde la acumulación de información ya no es un procedimiento válido de aprendizaje; donde el texto escrito adquiere su valor como refuerzo de la imagen y el sonido; donde la interactividad, la participación, el esfuerzo en equipo, la colaboración y el intercambio de ideas, proyectos y desarrollos son verdaderas fuentes de aprendizaje; donde empieza el edutainment como herramienta útil en la formación; donde las habilidades y destrezas en la búsqueda, recopilación, procesamiento, valoración, ... de la información llegan a ser muchas veces tan importantes como la misma información.
Los medios en el aula deben tratarse como lo que son, recursos y herramientas para alumnos y maestros. Y el ordenador es un medio más. Me gustaría añadir que es un medio más, especialmente en Educación Infantil, donde el alumno no domina todavía la lecto-escritura, y la imagen, el sonido y la interactividad que nos ofrecen los materiales multimedia, pueden llegar a ser un gran soporte a su desarrollo. Pero los medios, decíamos, deben tratarse con cuidado, llenarlos de contenido, de aprendizaje, de procedimientos, de significado. Cuando Moscovici2, escribía que "... toda cognición, toda motivación, y todo comportamiento existen y crean un impacto únicamente cuando realmente significan algo", nos acercaba a la idea de que todo hacer y todo saber hacer, toda herramienta en el aula, toda acción de un maestro y de un alumno deben estar cargadas de significado para poder producir aprendizaje. La importancia del uso de los nuevos medios en Educación Infantil, y en cualquier etapa educativa y de formación, recae en el uso que hagamos de estos medios, pero no en los medios en sí mismos. Tener un ordenador en el aula no nos convierte en buenos educadores ni en alumnos aventajados; utilizar con sentido el ordenador para promover el aprendizaje, sí.
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